La tendinitis en la pata de ganso es frecuente en deportistas, sobre todo corredores de larga distancia, pero también puede aparecer en personas que no realizan ningún deporte.
En consulta, el paciente refiere un dolor en la cara interna de la rodilla, a veces con sensación de rigidez, sobre todo por las mañanas al levantarse de la cama. En los deportistas, es una patología que les incapacita para desarrollar con normalidad los entrenos, pues durante la carrera les duele y al terminar, cuando llegan a casa después de haberse “enfriado”, mucho más.
A la hora del diagnóstico, es importante la exploración clínica y ecográfica para ver:
-La inflamación del tendón.
-El estado en el que se encuentran los músculos: semitendinoso, recto interno y sartorio, los tres que forman la pata de ganso.
-La movilidad de la articulación de la cadera y rodilla, sobre las que actúa la pata de ganso.
Una vez diagnosticada la tendinitis, y tratado el dolor con fisioterapia: ultrasonidos, estiramientos, punción seca, masaje y todo lo que determine el especialista, es de suma importancia averiguar cual ha sido el motivo, la causa por la que ha aparecido.
En muchas ocasiones, el origen de esta tendinitis, es la hiperpronación del pie en la fase media de apoyo. Esto hace que la rodilla, “se meta hacia dentro”más de lo necesario. Precisamente, es este gesto, lo que trata de evitar la pata de ganso.
Es decir, si no evitamos el exceso de grados de pronación en la fase media del apoyo, la pelvis sufrirá alteraciones y por consiguiente, la rodilla. Así, el tendón continuamente estará sometido a una presión y roce “extra”, provocando su inflamación y edema.
La solución pasa por realizar un estudio biomecánico de la marcha y la carrera. De este modo, se descubrirán posibles alteraciones biomecánicas en todo el miembro inferior y se podrá aplicar un tratamiento, con plantilla ortopédica a medida para frenar la hiperpronación , y que no se repita la lesión.