El dolor en la cara externa del tobillo es frecuente. Normalmente, los pacientes acuden diciendo, que tienen un esguince mal curado, que llevan mucho con el, que sienten inestabilidad y dolor a punta de dedo. Estan cansados de notar esa molestia, que en ocasiones, puede ser realmente incapacitante para practicar deporte o desempeñar las actividades de vida diaria con normalidad.
El diagnóstico es normalmente clínico, ya que no hay pruebas que confirmen la alteración en esta cavidad. Las radiografías , la resonancia e incluso la ganmagrafía ósea pueden aparecer normales.
Es importante tener en cuenta, que existe un factor predisponente frecuente e importante, para sufrir esta patología: la hiperpronación en la fase media del apoyo. Esto deriva, a que el pie en la parte externa se colapse y “pellizque” la zona del seno del tarso.
El tratamiento pasa por dos pasos fundamentales:
–Eliminar el dolor: esto lo haremos mediante infiltraciones con corticoide, directamente en el punto conflictivo.
–Eliminar la causa: con unas plantillas ortopédicas a medida para “frenar” los grados excesivos de pronación, que provocan la alteración en el seno del tarso. Y a esto, irá unido el tratamiento rehabilitador pertinente, con ejercicios de propiocepción, fuerza y lo que se estime necesario para cada paciente.
Un completo y exhaustivo estudio biomecánico de la pisada es la mejor forma de explorar en profundidad al paciente. De el, obtendremos la información necesaria para diagnosticar y tratar un seno del tarso con éxito. Y devolver al paciente una pisada correcta y sin dolor.