Hay mucha confusión y dudas, con estas dos acciones del pie. Quizás esto sea debido, a la “mala” propaganda que se ha hecho de la pronación.
Partiendo de que la pronación es “volcar el pie hacia dentro” y supinar “volcar el pie hacia fuera”, vamos a intentar esclarecer “el lío”.
La pisada, lo que es el gesto de caminar, se compone de distintas fases en las que se supina y prona necesariamente, de forma fisiológica, y con unos grados concretos, valorados dentro del “rango de la normalidad”
1ºEn el contacto de talón, justo al inicio de la pisada, el pie y más concretamente , la articulación subastragalina está supinada.
2ºInmediatamente después del contacto del talón con el suelo, el pie va pronando progresivamente, para adaptarse al terreno, absorber las fuerzas de reacción del suelo y amortiguar el impacto.
3ºSeguidamente la articulación subastragalina, comienza a realizar una supinación progresiva para hacer del pie, una palanca rígida, para así, impulsar el cuerpo hacia delante.
Cada una de estas fases, viene asociada con unas acciones concretas musculares y articulares sobre pie, rodilla, cadera y pelvis.
Esto es una forma muy resumida para aclarar que:
-No es malo ni pronar ni supinar, ambas son necesarias.
-Que el leve desgaste por el lateral del calzado es normal.
-Que los problemas articulares y musculares pueden alterar el curso de una pisada “normal”.
-Que el problema viene cuando se hiperprona y/o se hipersupina.
-Que no todo el mundo hiperprona o hipersupina los mismos grados.
-Que podemos tener alteración en alguna de estas fases corriendo pero no andando o al revés.
Para despejar dudas acerca de nuestra pisada, del calzado que debemos comprar , o las zapatillas que nos vendrán mejor para correr, solucionar problemas y dolores, lo adecuado es acudir a un especialista del pie, para que nos realice un exhaustivo estudio biomecánico.