Las cirugías de ” juanetes” y metatarsianos”caídos” son muy frecuentes. Los pacientes deciden operarse con la idea de que su dolor desaparecerá. El problema viene cuando se han sometido a estas intervenciones , a su rehabilitación y aun así, no solo no ha desparecido su dolor, sino que se ha visto agravado.
Las causas de que la cirugía sea un fracaso pueden ser varias:
-El diagnóstico no ha sido el correcto.
-La cirugía no se ha realizado correctamente.
-No se prescribe el tratamiento posterior a la cirugía, el cual evitará que se “reproduzca”.
Los problemas más habituales a los que se enfrenta el paciente tras una cirugía fallida de “juanetes” o de metatarsianos “caídos” son:
-Tendones retraídos y fibrosis.
–Dedos en garra con helomas “callos” en el dorsos de los dedos.
–“Durezas” en la planta del pie.
-Hipersensibilidad.
-Dolor al caminar.
-Dificultad para calzarse.
Paciente operado de metatarsianos plantarflexionados o ” caídos”. Actualmente con serios problemas para calzarse y mucho dolor tanto en la planta como en los dedos en garra por la grave retracción.
Paciente operada de Hallux valgus o ” juanete” , que no se la prescribe tratamiento ortopédico tras cirugía y por tanto se produce recidiva y severas durezas dolorosas , que indican el desajuste biomecánico.
Después de la operación, ya sea para quitar un juanete o elevar los metatarsianos, es imprescindible eliminar la causa que provocó esta situación. Si esto no sucede, escucharemos lo que dicen los pacientes ” se me ha reproducido”. Efectivamente, se vuelve a producir porque la causa continua:
¿Y cómo podemos eliminar o mitigar las causas que provocaron mis juanetes o mis dedos en garra?
Con el estudio biomecánico de la pisada, se podrán valorar tanto las alteraciones en la pisada, que originan esas patologías, como la situación actual tanto biomecánicamanete como ecográficamente. De este modo se podrá poner solución a los problemas del pie del paciente tras su cirugía, con distintos tratamientos:
–Plantillas ortopédicas a medida.
-Electrolisis percuatanea.
El pie se opera en descarga, tumbado en una camilla, pero no se puede dejar de tener en cuenta, que estos pies tendrán que recibir una carga y moverse. Aquí radica el problema. La cirugía puede estar bien hecha en la camilla, pero será del todo funcional y exitosa si nos permite caminar con normalidad, sin dolor ni limitaciones.