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Cuando un paciente acude a consulta con dolor de talón, es muy importante hacer un buen diagnóstico diferencial. Con ello, evitaremos confundir patologías con sintomatología muy similar pero con tratamientos muy diferentes.

¿Y por qué puede estar peor un paciente al que le han infiltrado la fascia? Sencillo:

-Porque no sea una fascitis.

-Porque con ello estemos alargando el proceso de recuperación.

-Porque estemos  añadiendo patologías, por el simple hecho de realizar una marcha antiálgica anormal.

-Porque además, el tratamiento que se ha aplicado, sea perjudicial para la patología real original.

El mal diagnóstico de fascitis o su mal tratamiento derivan en patologías asociadas y por tanto en más dolor e incapacidad de la que ya tenía.

La inflamación de la grasa plantar es una patología cuyo síntoma principal comparte con la fascitis: el dolor agudo en el talón, sobre todo en los primeros pasos del día. Esta patología, puede verse seriamente agravada si es confundida con una fascitis por ser el tratamiento de esta, inútil en el mejor de los casos, o perjudicial si no se realiza de forma adecuada.

El diagnóstico es mediante exploración clínica y ecográfica. Escuchar al paciente, los datos que nos proporciona, y contrastar con la exploración ecográfica es fundamental para realizar un buen diagnóstico.

Es muy importante saber, que la inflamación de la grasa plantar, no va a responder a las infiltraciones que se puedan realizar para la fascitis. Es más, si no se hacen ecoguiadas, o se pincha en el sitio NO ADECUADO, puede provocar, no solo que no se recupere el paciente, si no que empeore por degeneración de la grasa plantar. Esto es un problema aun mayor, ya que la reparación de esta, es de difícil solución. Por ello resulta especialmente importante realizar un buen diagnóstico diferencial y no confundirlas.

Un signo característico (aunque no tiene por que aparecer siempre) de la inflamación-luxación de la grasa plantar: las pápulas piezogénicas, unos bultitos que aparecen en los laterales del talón al estar en carga.

 

                                                  Pápulas piezogénicas en ambos talones.

Esta patología responde muy bien al tratamiento convencional con fisioterapia y es importante poner solución a lo que ocasionó la inflamación de la grasa para evitar que vuelva a aparecer. Esto se hará mediante la exploración y estudio biomecánico de la pisada, ya que uno de los más importantes detonantes son las alteraciones al caminar o correr, como pueda ser la hiperpronación del pie.

Para evitar males mayores, lo más importante es hacer un buen diagnóstico, que derive en un mejor tratamiento.

 

 

 

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