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El dolor de talón es un problema muy frecuente en la consulta. Suele ser muy incapacitante, llevando a la “desesperación” al paciente que lo padece, si se prolonga en el tiempo.

Las causas del dolor de talón pueden ser muchas, pero hay tres que destacan especialmente:

Fascitis plantar.

-Bursitis subcalcánea.

Atrapamiento nervioso.

Para su diagnóstico es preciso y tremendamente importante una exhaustiva: anamnesis, exploración clínica, ecográfica y estudio biomecánico.

Cada una de estas patologías, fascitis plantar, bursitis y atrapamiento nervioso, tienen unas características con respecto al dolor, ya sea en su localización o tipo:

-Fascitis plantar: dolor intenso al levantarse de la cama o de la silla, que se alivia según pasa el día y con el reposo, y cuya localización es más hacia la parte medial del talón.

Localización en el talón: más central en la bursitis subcalcánea y más medial para la fascitis plantar.

-Bursitis subcalcánea: comparte con la fascitis el tipo de dolor intenso al levantarse de la cama y la mejoría según pasa el día y con el reposo. Pero la localización es mucho más central en el calcáneo. Además, si el especialista hace una flexión de los dedos y aprieta en el centro del talón, en la zona de dolor, si tenemos bursitis, este dolor no se reproducirá, mientras que si tenemos fascitis si.

Se muestra maniobra por la cual el especialista, puede obtener información, acerca de si es bursitis o fascitis.

-Atrapamiento nervioso: dolor de tipo neuropático, quemazón y calambres  que no mejoran con el reposo ni con el paso de las horas.

El tratamiento se abordará desde dos vertientes:

– Aliviar el dolor.

-Solucionar la causa que provocó el dolor.

Ambas importantes y unidas, ya que una sin la otra no tiene cabida. Quitar el dolor y no solventar la causa biomecánica que lo provocó, nos derivará a que el problema vuelva a aparecer.

Los tratamientos dependerán de la patología, que en el caso de estas tres que hemos destacado, puede abarcar desde lo más conservador, a lo invasivo. Este pueda ser el caso de la cirugía en la fascitis plantar , o en  el atrapamiento nervioso, si otros tratamientos como las infiltraciones han fracaso.

Tras solucionar el dolor, que tanto nos ha incomodado, es fundamental  detectar el origen, el porqué apareció. Esto se hará mediante el estudio de la pisada, en el que se detectarán alteraciones biomecánicas que hayan desencadenado el problema.

El problema del dolor de talón es muy común y puede darse a cualquier edad y en todo tipo de pacientes, con cualquier trabajo o actividad deportiva. Es importante acudir al especialista del pie, en cuanto empecemos a notar los primeros síntomas, para no alargar el tiempo de la recuperación ni empeorar la patología.

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