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Comienza la época de vacaciones y las chanclas forman parte de este escenario. Pero parece que no caminan solas, sino de la mano de las temidas fascitis plantares, y otras patologías asociadas.

Las “chanclas típicas” de dedo son muy usadas  durante el verano, ya sea para ir a la piscina o para caminar por la calle. Y las consecuencias vienen en  septiembre, cuando nos las quitamos , metemos los pies en un calzado cerrado y comienzan a acusarse de una forma más aguda los dolores.

La explicación de porqué las chanclas no son un calzado “recomendado” para caminar demasiado con el, es porque altera considerablemente la biomecánica de la pisada. La forma que tenemos de caminar es muy diferente. Las distintas fases de la marcha sufren alteraciones , por no tener el pie ningún tipo de sujeción.

Cuando usamos este tipo de calzado  tenemos que hacer un sobresfuerzo muscular y articular para conservar el paso, como los siguientes:

-Mantener los dedos en garra para “que no se escape la chancla”.

-Levantar más el pie ya que la suela se separa del talón.

-Flexionar más la rodilla.

Todo esto se traduce en un trabajo extra del sistema aquileo-calcáneo -plantar, pudiéndose presentar patologías en:

-Fascia plantar: fascitis.

-Talón: atrapamientos nerviosos .

-Cadena muscular posterior: isquiotibilaes, gemelos y tendón de Aquiles: acortamientos, sobrecargas musculares y tendinitis respectivamente.

Ni que decir tiene, que  las personas que utilizan plantillas ortopédicas y que en este tipo de calzado no se pueden poner, retrasan la recuperación o incluso empeoran por el hecho de no utilizar el tratamiento.

La solución pasa por limitar el uso de chanclas de dedo, a aquellos momentos en los que no caminemos demasiado y ha usar otro tipo de calzado de verano para caminar, en el que pie esté “más sujeto” y en el que podamos usar nuestras plantillas.

Esto es extensible para los niños, a los cuales se ha de cuidar, aun más si cabe, la pisada en fases de crecimiento.

                                                    Sandalia de niño con sujeción y plantilla ortopédica a medida

Las chanclas de dedo en verano son muy populares, pero si nos excedemos en su uso pueden provocar patologías como: fascitis plantares, tendinitis del tendón de Aquiles, atrapamientos nerviosos en el talón o sobrecargas musculares  en gemelos. La elección de un buen calzado de verano nos salvará de estos problemas dejándonos así, disfrutar de la época estival.

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