El dolor de talón en niños menores de 13 años es un motivo de consulta frecuente. Los padres acuden después de ver a sus hijos correr “raro”, de puntillas, quejándose del dolor en los talones, sobre todo, después de su actividad deportiva, e incapacitándolos para realizarla de forma normal.
El talón es un hueso que se consolida y se forma completamente en dos fases: al nacer presentamos ya un núcleo de osificación primario, “una parte del calcáneo” y a los 5 o 6 años aparece otra parte , el núcleo de osificación secundario por detrás del primario. Ambos núcleos, se “pegarán ” alrededor de los 13 años.
En el talón , se inserta el tendón de Aquiles, el cual puede sufrir por no poder crecer al mismo ritmo que el cartílago de crecimiento, y ocasionando por tanto un acortamiento del tendón y un obstáculo para que los dos núcleos de osificación se junten , formando así el calcáneo definitivo.
Cuando se realiza la exploración clínica en consulta, el paciente refiere dolor cuando se presiona en la inserción del tendón de Aquiles y en ocasiones también en la parte plantar del calcáneo, que es mayor al correr y que mejora con el reposo. A veces aparece cierto “enrojecimiento” en la parte insercional, y limitación en la flexión dorsal del pie a consecuencia del acortamiento del tendón de Aquiles.
Las pruebas diagnósticas que se suelen hacer son; radiografía lateral del calcáneo, en el que se puede ver claramente los dos centros de osificación, y la ecografía, menos dañina por no emitir radiaciones y muy valiosa ya que se puede conocer el estado del tendón de Aquiles.
El tratamiento es conservador y pasa por el uso de plantilla ortopédica a medida con unas características especiales propias para un Sever, reposo deportivo de dos semanas y fisioterapia convencional. Con este tratamiento, el dolor remite en un breve espacio de tiempo, permitiendo hacer el deporte y las actividades de vida diaria con total normalidad.